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lunes, 8 de diciembre de 2014

De soldado nuevo


“Soldados antiguos a vanguardia, soldados nuevos a retaguardia”. Uno de los mandos del Tercio Viejo de Cartagena grita sin dudar esta frase a sus hombres. Es el final de la batalla de Rocroi. El ejército español ha sido aniquilado y solo unos pocos resisten en pie sin intención de rendirse. El último Tercio en liza se prepara para rechazar una carga más, la que saben definitiva. No saldrán de allí con vida. Don Diego Alatriste, veterano de guerra se sitúa en vanguardia. Justo detrás se sitúa el joven Iñigo de Balboa, su pupilo, nuevo en la infantería española. Un solo gesto de cabeza de Diego, firme y serio, lo envía hacia las últimas filas.
Esta es la descripción de una de las más famosas escenas de la película Alatriste, protagonizada por Viggo Mortensen. Escena que ilustra como en ocasiones, ser veterano, ser tildado de viejo por algunos, no es malo sino que da un instinto asesino y una resistencia especial a las heridas. Viene esto al caso porque quiero hablaros de un jugador especial, de un soldado antiguo.
Andrés para su familia, el Chapu para sus amigos y compatriotas argentinos y Nocioni, un apellido temido por sus rivales y querido por muchos aficionados. Nació en Gálvez, un pueblo de la provincia argentina de Santa Fe hace ya 35 años. Ha crecido mucho desde el año 79, en plena dictadura de Videla, hasta alcanzar los 2.01 metros y los 102 kilos de puro músculo que atesora. Se decantó por el básquet como lo llaman los argentinos y se le dio bien. A los 16 años jugaba en Racing Club, a los 17 en el Olimpia de Venado Tuerto, el club histórico de su Santa Fe natal, campeón de Argentina y de Sudámerica en el 96 bajo el mando de Julio Lamas. Un Julio clave en la carrera de Nocioni. Del 97 al 99, el Chapu jugó en el Independiente de General Pico en la Pampa argentina, siendo su gran figura, mejor sexto hombre de la Liga. Y llegó su momento.
17 de julio de 1999. Preolímpico clasificatorio para Sídney 2000.  Julio Lamas convoca a Nocioni. En el partido contra Estados Unidos (con Kidd, Payton, Houston, Hardaway) un joven pelirrojo se atreve a machacar a aro pasado ante la defensa de Garnett y Tim Siglo XXI Duncan. Nótese que dos jugadores clave en la historia del baloncesto del siglo XXI empezaron a brillar matando sobre KG. Pau Gasol copió a Nocioni por tanto. Las 10.000 personas que abarrotan el Roberto Clemente de San Juan de Puerto Rico no se lo creen. Su entrenador y sus compañeros Montecchia, Scola, Ginóbili, Espil, Leo Gutiérrez, Sconochini o Victoriano sí lo hacen, porque saben de lo que es capaz. Los americanos toman nota. Sus suplentes aplauden. Los titulares se miran sorprendidos. Larry Brown pide tiempo muerto para diseñar la venganza de Garnett. Después del partido lo recomendará a las universidades americanas y los medios estadounidenses ensalzarán a ese atrevido pibe. Argentina acaba tercera tras USA y Canadá y no va a los Juegos. Pero el TAU Cerámica, el Baskonia de Vitoria ha puesto sus ojos en él. Concretamente Alfredo Salazar, secretario técnico del club. Por problemas de cupos, hasta que no obtiene la nacionalidad italiana que se adivina por su apellido, lo envían a la LEB a jugar en Manresa. Allí destroza defensas y la revista Gigantes lo escoge mejor jugador de la categoría de plata. Categoría pequeña para él.
Nocioni llega a la capital de Álava. A un club que solo ha ganado una Recopa de Europa y dos Copas del Rey. En el 2002 el Baskonia es cuarto en la Liga Regular pero se carga al Barça en semis y apabulla 3-0 al Unicaja en la final. La Copa del Rey en casa, en Vitoria se la ganan por dos puntos al equipo blaugrana. Bajo la batuta de Ivanovic y con sus compatriotas Scola, Oberto y Sconochini en el equipo, más Foirest, un joven Sergi Vidal y sobre todo, Elmer Bennett y Dejan Tomasevic, el TAU se convierte en la referencia en España. Al año siguiente sexto puesto en Liga, el Unicaja en cuartos de final les devuelve la afrenta del desenlace liguero del año anterior y el Barça la del copero, ganándoles por 6 la final. En esta temporada había llegado al equipo un joven base cuyo nombre os sonará. José Manuel Calderón. El 2004 fue el último año de Nocioni en Baskonia. El TAU arrasa en la Liga Regular con 28-6 de récord y 5 triunfos sobre el segundo pero, en playoffs se estrella en semifinales contra el Estu (3-2). Nocioni es elegido MVP de la temporada pero no le sabe a nada. Su equipo con las incorporaciones de Prigioni, Macijauskas y un imberbe Splitter debería haber sido invencible. En la Euroliga, la eterna asignatura pendiente del Chapu, su equipo que venía de perder la final de la primera edición con la Bennetton de Messina y Ginóbili no pisó la Final Four en sus tres años de blanco. Llegaría las tres temporadas siguientes sin él. Nada de eso fue su culpa. Promedió casi 15 puntos por partido en Vitoria, más del 50% en tiros de dos y cerca del 40 en triples. Tuvo exhibiciones como los 48 de valoración en Treviso. Pero como le ha pasado muchas veces en su vida, el equipo se le quedó pequeño.
Y eso que no solo del Baskonia vivía el Chapu. Su pasión era y es la albiceleste, la selección nacional de Argentina, comandada estos años por Rubén Magnano. Con ella ganó la Copa de las Américas de 2001 apalizando al eterno rival, Brasil, por 19 puntos, con Ginóbili haciendo maravillas. En el Mundobasket 2002, el disputado en Indianápolis, en el que USA cayó en cuartos ante Yugoslavia en el peor fracaso de su historia y acabó sexta tras perder el último partido con España: Argentina se trajo la plata. Pudo con Brasil y Alemania en los cruces y solo cedió ante los balcánicos de su compañero Tomasevic, Divac, Stojakovic y sobre todo, Dejan Bodiroga. Las asistencias de Pepe Sánchez y la exhibición de Oberto en la final no fueron suficientes. 13 puntos y 5 rebotes de media hizo el Chapu en el Mundial.
En 2004, el gran año de Nocioni en Vitoria pese al fracaso en la ACB también lo fue en la selección. En los Juegos Olímpicos de Atenas, Argentina fue tercera en el grupo inicial perdiendo con España e Italia. Pero en cuartos se deshizo de Grecia por 5 y en semis acabó con USA por 8. En la final no tuvo piedad de Italia y venció fácil 84-69. Argentina y Andrés eran oro olímpico. Y con él, Oberto, Scola, Delfino, Herrmann, Sconochini, Pepe Sánchez, Montecchia, Leo Gutiérrez, Ginóbili, Wolkowyski y Gabi Fernández.

Y en este momento, el Chapu Nocioni voló hasta lo más alto. Llegó a la NBA. 

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