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sábado, 21 de febrero de 2015

Un gran salto para la humanidad

El Fin de Semana de las Estrellas de la NBA es un buen momento para descansar del constante carrusel de partidos que nos ofrece la mejor liga del mundo y pasárselo bien con un bonito espectáculo protagonizado por los cracks mundiales del baloncesto. Esta edición del All-Star Weekend mejoró ligeramente a las anteriores, un poco descafeinadas por la falta de innovación y la poca competitividad exhibida. En 2015, Nueva York ha acogido el evento, tanto en Brooklyn en el feudo de los Nets como en Manhattan, en el Madison Square Garden, casa de los Knicks y el recinto por excelencia para la disputa de partidos de baloncesto del mundo.
Ya el viernes, el Partido de los Novatos fue interesante al convertirlo la NBA en un USA- Resto del Mundo que al menos hizo que los jugadores se lo tomaran más en serio y demostró que los no americanos pueden vencer a los de casa. El canadiense Wiggins se llevó el MVP y nuestro Nikola Mirotic también contribuyó a la victoria de su combinado. Bogdanovic y Papanikolau, otros dos ex de nuestra ACB también participaron del bando ganador.
El sábado el espectáculo continuó con dos concursos. En el de triples, el acierto de la Liga fue reunir a los mejores tiradores de la competición. Irving y Curry fueron los más destacados y el segundo se llevó el título tras anotar 13 tiros de tres consecutivos. Una bestia y quizás futuro MVP de la temporada si los Warriors siguen a este nivel. Del concurso de mates esperábamos menos pero dos jóvenes trajeron originalidad y magia. Victor Oladipo y sobre todo el compañero de Ricky Rubio, de tan solo 19 años; Zach LaVine. Dos de sus mates han pasado a la galería de mejores saltos en la historia de esta especialidad.
Pero lo importante quedaba para el domingo. El All-Star Game, 12 estrellas por cada Conferencia. Por primera vez en la historia dos españoles. Por primera vez dos europeos titulares por votación popular. Por primera vez dos hermanos en los cincos iniciales, uno contra el otro. Y un salto entre dos para iniciar el partido que quedará para la posteridad. Pau Gasol contra su hermano menor, Marc Gasol. Pau hizo un doble doble en el partido 10 puntos y doce rebotes y Marc se quedó en 6 y 10. Pau ganó el salto pero Marc se llevó el partido. El Oeste venció en un encuentro plagado de tiros de tres y sin nada de emoción ni lucha. Westbrook y sus 41 puntos (a uno del récord) merecieron el MVP. Pero nada de eso importaba. Dos españoles, dos hermanos, habían pisado la Luna. Solo una final NBA entre ambos podría superar lo logrado en Nueva York.

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